Aunque no lo creas, muchos problemas en la conducta que los niños tienen, son por la falta del conocimiento de sus emociones. Cuando un niño entiende lo que siente, puede controlarlo. A esto se le llama inteligencia emocional.

En este sentido, la educación primaria de los niños debe ir más allá de reglas y valores sociales. Es decir, tiene que incluir esta parte del control de sus emociones. Si se logra esto, les será más fácil la convivencia social.

¿Cómo puedes comenzar la educación emocional de tus hijos?

• Ayúdale a identificar lo que está sintiendo.

Y aún más allá, que el niño logre verbalizar lo que está experimentando. Es decir, que el niño logre nombrar qué es lo que le está pasando. Por ejemplo, que te diga “me siento enojado”, o, “estoy preocupado”.

Para ello, puedes ayudarle a con frases como: “te noto un poco ansioso hoy”, o, “es normal que te sientas triste por lo que pasó”.

• Hazle saber que todo lo que siente sus es válido.

Sea lo que sea que esté experimentando, tu deber es hacerlo sentir libre de experimentar todas las emociones y que no reprima nada. Así, le será más sencillo comunicarlo y sobrellevarlo.

• Déjalo experimentar sensaciones incómodas.

El enojo, el miedo, la soledad y el aburrimiento; aunque son poco agradables, también son necesarias para que el niño aprenda a procesarlas y enfrentarlas.

• Enséñale el valor de la empatía.

Es decir, a ponerse en los zapatos del otro. No es fácil, pero parte de la inteligencia emocional es ayudarle a otros a tenerla, y si logras hacer que el niño lo entienda, lo ayudará a tratar mejor a sus compañeros y ser más acomedido.

• Muéstrale la diferencia entre las emociones y el comportamiento.

A pesar de que es completamente normal y válido que se sientan de cierta forma, eso no debe determinar cómo se comporten. Y esta es la fase final de la inteligencia emocional. 

“Como me siento no determina cómo me comporto”. 

Esto mismo será clave para cuando el niño crezca y se enfrente al mundo.

Recuerda:

Es importante mencionar que antes de que comiences este camino emocional con tus hijos, examínate a ti mismo y arregla lo que tengas que arreglar de ti primero. Resulta difícil pensar en enseñar algo que no tenemos.

Ahora bien, es importante mencionar que esta inteligencia emocional se aprende tanto en la casa, como en la escuela. Por ello, debes asegurarte de que los primeros años de la educación de tus hijos, sean en una institución que se preocupe por ello. A continuación te contamos por qué.

El papel de la escuela en el desarrollo de la inteligencia emocional de los niños

Arranquemos de la idea de que, lo que nos niños aprendan en la escuela, debe complementar la educación que se les da en casa. Es decir, los valores y las buenas maneras que le enseñes a tus hijos, deben reforzarse con el ejemplo y las enseñanzas del personal de la institución.

En este sentido, si tú le estás enseñando a tus hijos a reconocer y tratar con sus emociones, la escuela donde los inscribas debe de contar con una metodología en la que logren poner en práctica lo aprendido en casa.