¿Sabías que a tus hijos les gustan los abrazos? En realidad a todos nos gustan, o por lo menos, es rara la persona a la que no le gusta que la abracen. Sin embargo, el efecto de esta muestra de cariño por parte de un padre a sus hijos, resulta traer muchos beneficios en su desarrollo integral.

Aunque no lo creas, abrazar a tus hijos durante sus primeros años, les ayudará muchísimo tanto en su formación física y mental, como en su desempeño académico. ¡Así es! Los abrazos le ayudarán a tu hijo en la escuela. A continuación te explicamos por qué. 

Recuerda que si quieres que tus hijos tengan un buen desempeño académico, debes apoyarlos con todas las herramientas que tengas a la mano. Por ejemplo, demostrándole tu cariño todos los días. ¡Lo ayudará más de lo que piensas!

El poder de los abrazos

Dicen los psicólogos que desde la etapa de gestación, es importante que el niño sienta el amor de sus padres. Esto le facilitará vida en muchos aspectos sociales y emocionales. Por ejemplo, se sentirá aceptado y aumentará su seguridad para convivir con otros niños.

Además, durante la niñez, es importante que tus hijos sientan todo tu amor y protección, que sepan que estás tú ahí para ser su lugar seguro a dónde correr cuando se encuentran en dificultades. Todo esto es importante porque todo lo que muestres a tus hijos en su niñez, lo recordarán para siempre.

¿Cómo benefician los abrazos al desarrollo de tus hijos?

Para empezar, cuando tú abrazas a tu hijo, estimulas la producción de dopamina a nivel cerebral. Esto es, la generación de una sensación de satisfacción agradable capaz de reducir la tensión y el estrés, dos cosas que pueden perjudicar el desempeño escolar de los niños.

Además, incrementan el nivel de oxitocina, mejor conocida como la  “hormona del amor”, permitiendo estrechar el vínculo emocional entre tú y ellos. Esto último, les ayuda en gran medida a su desarrollo emocional y mental.

Entre otros beneficios de los abrazos se encuentran:

• Fortalecimiento del autoestima. Ayudan a la formación del carácter e influyen en el desarrollo de la personalidad.
• Formación de imagen corporal. Proporcionan sensaciones táctiles que generan una serie de señales a nivel cerebral. Estas, a su vez, crean vivencias agradables que ayudan al niño tanto a descubrir su cuerpo, como a consolidar la imagen corporal que ya se han formado.
• Los ayudan a relajarse. Los abrazos tienen un enorme efecto tranquilizador que ayuda a paliar el llanto y reconforta a los niños.